-Pos yo lo siento mucho por mi apá, estos higaditos le quedaron resabrozos amá.
-Ay muchacho, ya ni me digas, ya sabes lo que pienso de esto...
-Amá, ¡pero no me diga que no lo estraña!
-¡Uy si te dijiera!
-¡Pos dígame, amá!¡Dígame!
-Serénate, muchacho, serénate... tu no sabes destas cosas... pero 'ora verás, te voa dicir... hace munchos, pero munchos años, lo conocí a tu 'apá, era muy buen mozo, alto, fornido, ansí grandote como deben ser los machos... y pos yo tenía lo miyito, que al cabo de la insistencia, y algo de fuerza, pasó a ser dél... justo cuando quedé en estado de usté, mijo, el muy cabrón se desaparició...
-A mí lo que me da muina es que le ande haciendo canciones:
"Penélope, tristes a fuerza de esperar,sus ojos, parecen brillar..."
¿Qué es eso amá?, ¿Qué es eso? ¡Si usté ni se llama "Penélope"!...
Ricardo Rodríguez
4 comentarios:
pues dijiste mucho y no hiciste nada en donde disque estabas trabajando
Tienes razón, por eso renuncié. ¡Saludos y gracias por tu comentario!
me agrada... pero no entiendo como firmarte.. esta diferente.. un abrazo joven :D
María, sin duda, me agrada que te agrade. Gracias por tu comentario, ¡Y gracias también por lo de "joven"!
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