jueves, 23 de abril de 2009

De libros y oficialidades


por José Vieyra Rodríguez


Las palabras expresadas por la voz
no son más que la imagen de las modificaciones del alma;

y la escritura no es otra cosa

que la imagen de las palabras que la voz expresa
Aristóteles



Hoy 23 de abril se celebra, por decreto de la UNESCO, el día internacional del libro.

Me llama de sobremanera la atención la oficialización de festejos de diversas índoles. Cada día que se celebra algo, se puede escuchar “pero ojalá no sea sólo un día, sino que todos los días sean (aquí ponga usted el festejo acorde a la ocasión)”.

La creación de la oficialidad de dichos temas me parece triste. Cuando algo se tiene que volver oficial, no necesariamente es por la importancia que ha adquirido en la sociedad, sino por el contrario, puede ser también por el desinterés que despierta, y por lo tanto, hay que buscar salvarlo al menos un día, y de paso, enmarcándolo dentro de la política actual, ¿qué tema está fuera de ella?

Socialmente los libros son bien vistos, fomentar la adquisición de ellos es políticamente correcto (sin importan que muchos puedan estar más bien cerca de ser panfletos propagandistas de ciertas ideologías), incluso las grandes (y no tan grandes) ciudades tenemos nuestra Feria Internacional del Libro, en la cual se ven desfilar miles de personas comprando, como debe de ser, libros y libros que adornarán unos libreros, también comprados cual debe ser, para el uso debido: sostener libros.

El fomento a la lectura es un lema que se escucha en todos lados, pero en nuestro país las leyes que ostentan dicho título incluso van en su contra.

El libro; en este su día internacional, compremos algunos, adornemos nuestras casas con ellos y carguémoslos bajo el brazo por la calle, no sin olvidar hacer juego con un buen par de anteojos… ah, y si los leemos también sería bueno.

2 comentarios:

José Vieyra dijo...

Bueno, es interesante lo que dices "se estableció expresamente para fomentar la lectura, léase comprar libros" ¿cómo se pasa de un lado al otro, realmente podemos decir que es lo mismo comprar y leer?

Por lo demás, lo que encuentro es que te pareció bien este día, únicamente porque obtuviste libros gratis, claro que no es malo, pero creo que precisamente lo que me comentas es a lo que quiero apuntar. Tú no creo que esperes a la Feria del libro para comprarte alguno, o al día internacional para hacerte de alguno gratis, es decir, tú ya tienes el hábito de la compra y la lectura, estos días funcionan para quienes no lo tienen y hacerlo al menos un día, insisto, no sirve para nada.

A ver si me explico un poco mejor en cuanto a la oficialidad de un día.

Sucede lo mismo aquí que con el día de muertos, que nos dicen que es parte de nuestras tradiciones y es muy bueno seguir haciendo altares y demás. Por lo que vemos que en las primarias, secundarias, preparatorias y facultades hacen concursos del mejor altar... ¿realmente porqué crees que se haya tenido que volver "oficial" una tradición? Es que en nuestras casas no lo hacemos, lo que se tiene que enseñar en la oficialidad es porque afuera no está.

Esto también lo veo en la escuela al introducir cada vez más a "los valores" dentro de las materias, hace décadas no se enseñaban, porque estos los transmitía la familia, cuando la escuela lo tiene que absorver es porque afuera de ella no hay quien lo haga ya.

Saludos y agradezco tu decir.

José Vieyra dijo...

Bena:

Tampoco considero a la oficialiadad como "cerrada", por el contrario, creo que es demasiado abierta, tanto que puede entrar en ella lo que le plazca.

Por otra parte, en otro escrito me he declarado a favor de lo inservible, pero esto no puede significar de ninguna manera renunciar a buscar el contenido latente en los diferentes actos que se presentan ante mí, esa es una de las apuestas principales de este sitio, es decir, no busco yo la practicidad obligatoria de los días oficiales, sino que intento de alguna manera entender si éstos realmente "funcionan" para lo que manifiestamente son creados.

Si tomará una postura de que esto o aquello para cada uno es diferente y práctico de diversas formas, por lo tanto, no suceptible de ser interpretado a nivel social, creo que termaría en una postura de indiferencia, a lo que me refería en aquél escrito es que las respuestas pueden ser particulares, siempre y cuando uno se pregunte por ello, para quien no lo hace la respuesta viene de fuera.

Ahora, yo no he conocido a nadie que deje de fumar porque había un día oficial, sin embargo tú me brindas un testimonio y te lo agradezco, me hace pensar otras cosas, en primer lugar que realmente puede funcionar directamente para lo que es, por otra parte, el peso en la subjetividad que puede tener el decir del Otro, el simbolismo de la oficialidad. Ideas aisladas ahora, quizá.

También entiendo tu punto, también lo comparto, al final, si alguien es invitado a la lectura desde la imposición del discurso oficial, no es malo per se.

Agradezco mucho tus comentarios, que siempre me hacen replantearme y repensar de manera más rigurosa algunas ideas.

Saludos