En una óptica del heroico puerto de Veracrú,
un niño mendigo entra, y con la dependienta
del establecimiento entabla este coloquio:
Niño.- Oiga, ¿Me da cinco peso?
Dependienta.- !A su¡ ¿Y pa que pides cinco peso? Mejor pide uno...
Niño.-Bueno, ¿Me da un peso?
Dependienta.- ¡NO!
Ricardo Rodríguez
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