Tempranito, de mañana
con la luz multiplicada
en los reflejos infinitos de esa mar,
voz de campana donde el faro vigilante
pongo el sur rumbo a levante
voy en busca de esos puertos
donde no aviste recuerdos.
Fernando Delgadillo
con la luz multiplicada
en los reflejos infinitos de esa mar,
voz de campana donde el faro vigilante
pongo el sur rumbo a levante
voy en busca de esos puertos
donde no aviste recuerdos.
Fernando Delgadillo
Tengo trescientas cuarenta y cinco fotos suyas, en tres nos besamos en al boca, hay dos en que aparece desnuda de cuerpo y una decena en la que aparece de alma.
Hay una pared en mi alcoba que tiene rayado su nombre y dos palabras huecas desgastadas por las miradas indiscretas de quienes me visitan.
Existe doblado en mi librero un esbozo de un aprendiz de artista que la dibujó desnuda cuando ella se ganaba la vida de modelo.
También poseo unas cartas y postales que me envió de sus viajes, ésos a los que yo no fui aunque nunca supimos porqué.
Guardados están unos escritos íntimos de aquellos que se escriben los enamorados, tengo unos cuantos aunque no recuerdo su lugar exacto.
Las canciones dedicadas se han desplazado a otras miradas, los besos a otros rostros y las noches a otros brazos.
Los libros y mis escritos ahora los comento con alguien más debido a que los sueños mutaron irreconocibles para ambos.
El teatro me aparece sencillo y sin pasión, no está ella en el escenario como la conocí cuando era ajena.
Hoy se casa y me parece tan insípido el saberlo, que daría algo más, quizá un par de pesos por desearle algo al menos.
Por una afecto que tuviéramos cabalgando al lado nuestro, quisiera tenerlo, sin embargo, ex nihilo nihil fit.
Hay una pared en mi alcoba que tiene rayado su nombre y dos palabras huecas desgastadas por las miradas indiscretas de quienes me visitan.
Existe doblado en mi librero un esbozo de un aprendiz de artista que la dibujó desnuda cuando ella se ganaba la vida de modelo.
También poseo unas cartas y postales que me envió de sus viajes, ésos a los que yo no fui aunque nunca supimos porqué.
Guardados están unos escritos íntimos de aquellos que se escriben los enamorados, tengo unos cuantos aunque no recuerdo su lugar exacto.
Las canciones dedicadas se han desplazado a otras miradas, los besos a otros rostros y las noches a otros brazos.
Los libros y mis escritos ahora los comento con alguien más debido a que los sueños mutaron irreconocibles para ambos.
El teatro me aparece sencillo y sin pasión, no está ella en el escenario como la conocí cuando era ajena.
Hoy se casa y me parece tan insípido el saberlo, que daría algo más, quizá un par de pesos por desearle algo al menos.
Por una afecto que tuviéramos cabalgando al lado nuestro, quisiera tenerlo, sin embargo, ex nihilo nihil fit.
J.V. R.
2 comentarios:
No sé qué decirte.
Gracias por sus comentarios, he recibido buenas críticas acerca de este poema (aun de gente que no me ha escrito aquí su comentario), cosa que se agradece, pues la gente que estamos bastante alejados de ser poetas, es bueno acercarse de alguna manera.
Saludos
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