viernes, 16 de abril de 2010



Un lapsus Gordillo


Y se engendrará de tal suerte el tipo síntesis

que ha de juntar los tesoros de la Historia,

para dar expresión al anhelo total del mundo […]

allí se consumará la unidad por el triunfo del amor fecundo,

y la superación de todas las estirpes.

José Vasconcelos. La raza cósmica (1926)


El día de ayer 15 de abril la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, cometió un lapsus linguae al referirse al lema de la Universidad Nacional Autónoma de México. La líder sindical dijo “"Por eso, como dice el lema de la Universidad, por mi ra... por mi raza hablará mi espíritu...y no dejemos de eso ya, sigamos con ese espíritu de raza para ser cada día mejores en un mundo global". Al término de su discurso, el rector de la UNAM José Narro Robles corrigió a la maestra diciendo que el lema de la Universidad es “por mi raza hablará el espíritu”.


Cabe destacar que no es la primera vez que comete un lapsus de manera tan evidente. El mes de agosto de 2009 se refirió a la influenza AH1N1 como “influencia AHLNL”.


En cuanto al lema de la UNAM es importante señalar que fue acuñado por el ilustre intelectual mexicano José Vasconcelos, quien fue rector de la misma entre los años 1920 y 1921. De hecho fue en abril de 1921 cuando postuló el lema “por mi raza hablará el espíritu” además también propuso el escudo de la institución. Años más tarde, escribió La raza cósmica (1926), obra filosófica con tintes utópicos en que plantea que según los designios de la historia, es necesario que llegue un momento en que aparezca una quinta raza que sea la síntesis de la humanidad, pues la historia misma “ha puesto las bases materiales y morales para la unión de todos los hombres en una quinta raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo pasado”, dicha Raza Cósmica creará una Universópolis desde donde se dará la buena nueva al mundo pues “la vida fundada en el amor llegará a expresarse en formas de belleza”, en esta obra repitió el lema otorgado a la UNAM. Añadamos que para Vasconcelos, la raza a la que pertenecemos actualmente es una fusión, es la “raza iberoamericana”, es decir, Vasconcelos no considera al término raza en términos peyorativos o discriminatorios, sino como grupo con características comunes que muestran cierta tendencia hacia un objetivo histórico, la fundación de la Raza Cósmica.


Dicho lo anterior, es posible ahora regresar al lapsus cometido por la líder vitalicia del SNTE, y siguiendo el método que nos ha enseñado Sigmund Freud desde las lejanías del año 1901 en su libro Psicopatología de la vida cotidiana, no hagamos caso omiso de aquello que ha salido a la luz gracias al lenguaje, prestemos, pues, oídos y desmenucemos lo que nos dijo Elba Esther, más allá de ejercer nuestro juicio común y vituperar contra ella insultos y degradaciones, consideremos a lo que nos otorga como una posibilidad de comprender su subjetividad y verdaderos deseos.


Así pues, consideremos la primera parte de su frase en que nos dice “por mi raza hablará mi espíritu”. Y es que cómo negar que precisamente lo que apareció en este lapsus es su propio deseo de considerar a “su espíritu” como el ente que es capaz de tomar la palabra por cerca de un millón quinientos mil afiliados, ¿acaso no es precisamente lo que ha intentado hacer desde 1989 en que tomara posesión como presidente del sindicato? Aquí, podemos observar que aquello que emerge no es ni siquiera un hecho contundente, sino el deseo de hablar por todos los maestros mexicanos, de hablar por su “raza”, aun cuando gran cantidad de maestros estén en contra de la política que lleva a cabo la presidente.


Continua Elba Esther Gordillo diciendo “y no dejemos de eso ya, sigamos con ese espíritu de raza para ser cada día mejores en un mundo global”. Sobra decir la mala utilización de los términos raza y espíritu que realiza la maestra, pues mientras –como vimos– raza no es utilizado en forma vulgar por Vasconcelos, por el contrario, hace referencia a “la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas estirpes y se consumará la unidad”, sin embargo para Elba Esther no es más que el “ser buena gente”, es decir, “ser raza”, además utiliza el término espíritu como aquella personalidad o carácter que marca y demarca, mientras que espíritu en filosofía –disciplina nada ajena a Vasconcelos– se refiere al ser inmaterial dotado de razón, de aquí la utilización de la tercera persona del singular, “el espíritu” (impersonal), en tanto que en el Sindicato quien habla es un espíritu en primera persona: la maestra Elba Esther Gordillo.


Por supuesto el lema de la Universidad no dice aquello que expresó la presidente del SNTE, pero quizá debiéramos tomar al pie de la letra lo que nos ha dicho y pensar que para ella su lema de la universidad (lo universal) es que “por los maestros hablará ella”.


Ante tan desoladora interpretación, quizá sea pertinente releer a José Vasconcelos y recordar que “sólo un salto del espíritu, nutrido de datos, podrá darnos una visión que nos levante por encima de la microideología del especialista”, el inconveniente es que sigue pareciendo tan lejano como en aquél 1926 en que se publicara por primera ocasión.